El padre de la Iglesia católica, el Papa Francisco I, mocionó de manera informal a la mujer paraguaya como merecedora del premio Nobel de la Paz, que en la última edición fue otorgado a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, conocida por sus siglas OPAQ. Esto impulso un sinfín de comentarios, incluso está siendo tomado en cuenta por las autoridades gubernamentales.
La justificación del Papa argentino es que la paraguaya es una gran luchadora, él mismo siempre mostró admiración por las compatriotas, tanto por su coraje demostrado históricamente como por su continua lucha hasta nuestros días. Coincidiendo con el tema, ayer, 24 de febrero, se recordaba el Día de la Mujer Paraguaya, en alusión a la “Primera Asamblea de Mujeres Americanas”, que en la misma fecha pero del año 1867, en la ciudad de Asunción aglutinaba a las mujeres en la Plaza de Mayo para reunir sus joyas y alhajas con el fin de comprar armas para la contienda en la Guerra de al Triple Alianza (o Guerra del Paraguay 1864-1870).
Celebrar este día, más bien recordarlo, tal vez no tenga sentido para muchos, pero no por eso debe criticarse sin fundamentación el hecho de que se calendarice un día para reflexionar sobre la mujer, y siendo más específicos, sobre la mujer paraguaya. Comenzamos el año con el índice más elevado de violencia intrafamiliar del país, éste es un punto que se aprovechó para discutir ayer; también, de manera positiva, se menciona la importancia de la mujer dentro de puestos que no hace ni un siglo eran de exclusividad masculina. Y si hablamos de estadísticas que muestran la alta participación social de la mujer, en los últimos años, el número de egresadas universitarias equivale a su par masculino, lo que demuestra una vez más que las luchas por la igualdad de género no son en vano.
Tal vez la bipolaridad social no nos permite replantear nuestros juicios, no se puede pecar de ultrapositivo o ultranegativo, y es difícil centrarse en un punto medio, pero es un buen ejercicio, intentar al menos, en vez de quejas constantes, análisis reales, contextuales sobre los logros así como las falencias en las que nos encontramos.
Patricia Silva Casco es Comunicadora. Hace un poco de radio (www.1035.fm) y colabora con www.agendarte.net. Nacida en Asunción del Paraguay pero malcriada en la fronteriza Ciudad del Este.
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