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Elecciones en Paraguay: Un deporte extremo

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Mientras en la vecina ciudad de Foz de Iguaçu se celebra la mayor competencia mundial de deportes extremos, los X GAMES, en nuestro país, este domingo 21 de abril, todos los paraguayos inscriptos en el registro electoral nos preparamos para otra actividad, también del tipo extremo.

Cada 5 años, nuestro país, democrático, es convocado al sufragio. Y no sé si es impresión mía, pero cada 5 años, el circo político se permite celebrar, ensuciar, embriagar y hasta enajenar el bien público. Lo más extraño es que son los mismos que prometen un cambio, un “nuevo rumbo”, un “país alegre”. Nos dejamos engañar acaso, a estás alturas donde el proceso democrático es ya casi un adulto y debería comportarse como maduro? Ojo, que me refiero a la madurez electoral y no a otro político, de políticos ya estamos hartos.

Así es como en está semana se siente un alivio con el inicio de la mayor fiesta de juegos extremos en Foz, que cautiva a muchos tanto en las redes sociales como in situ. Felices aquellos que son parte de este evento que sin dudas marca un antes y un después en nuestra querida zona de tres fronteras.

En tanto se desarrollan las distintas disciplinas, aquí se respira la tranquilidad por el final del reality que los medios de prensa se encargan de coronar, un reality electoral donde encontramos protagonistas por demás antagonistas a nuestra realidad, al menos eso espero, no quisiera creer que somos un país de usureros, vendepatrias, narcos y arrebatadores.
 

Voto útil, voto consciente, voto castigo.

Parece ser que no dimensionamos el poder de una papeleta, y terminamos lamentándonos otros 5 años por las decisiones que se suponen tomamos en un cuarto oscuro, libre y voluntariamente. Ni hablar de los que prefieren quedarse en el confort de sus casas un domingo, o peor, aquellos que ni figuran en el registro electoral, como muchos en edad de votar, de la generación anterior al Registro Cívico Permanente, que este año seguirán sin poder elegir a quienes nos gobernarán.

Está simple papeleta representa el futuro de más de seis millones de compatriotas, o al menos eso debería, pero en un país chico como el nuestro, lastimosamente representa un pasaporte que ni siquiera es garantía para algún favor político. Entonces, que hacen muchos, le votan al Fulano que es pariente lejano del tío que era sobrino de la abuela y que se crío con ella en su pueblito natal. El voto termina siendo útil sólo por intereses personales, claro, de esto se dan cuenta luego los 365 días de cada año que está el gobierno que eligió en el poder.

Y si hablamos de deporte extremo, si los hay, en la rampa subiría el voto castigo. A quién castigamos entonces con está modalidad de sufragio? Al que se va? Al que estuvo ahí décadas y no hizo nada? Al que se rodea de gente cuya actitud política es cuestionable? Castigamos realmente? Muchas preguntas que me temo seguirán batiendo en mi cabeza hasta el lunes por la mañana.

Pero de todos los votos, el voto conscientes es EL VOTO. Ese voto que ejerces plenamente lúcido, despierto, consciente, valga la redundancia, de que en ese trozo de papel se juega el futuro, no sólo tuyo, sino de tus hijos, de tus padres, de los maestros de tus hijos, del barrendero, del empresario que te da trabajo. Ese voto que lo haces sin ningún interés personal más allá del que como ciudadano paraguayo ejerces, con total libertad. Tu voto es único, y es tuyo, no es una cuestión de azar, de echarle a la suerte como a un caballo de carreras un domingo en un hipódromo cualquiera.

Aprendamos, que no hay cambios externos si no cambiamos nosotros. Aprendamos que el cargo público de ese tu amigo “pegatinero” no te va a beneficiar en absoluto a vos porque no le va a beneficiar para nada al país al que formas parte. Si querés un cargo público, prepárate, trabaja, infórmate “sanamente”, pero no le votes a nadie sólo por temor a perder tu puesto de trabajo o con esperanzas de ganarte ese puesto a costas del amiguismo político. Tarde o temprano te vas a lamentar.

 

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