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Feliz aniversario Ciudad del Este

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Ciudad del Este cumple 55 años, la ciudad conocida anteriormente como Puerto Presidente Stroessner, y cuyo recuerdo no muy grato de este apellido llevo a que hoy, luego de 23 años, recordemos por qué las dictaduras nunca sería la solución a los problemas que llevamos en el presente. Aunque muchos crean que en aquel tiempo se vivía mejor, tal vez nublándose un poco los pensamientos.

Empero toda la ciudad se encuentre celebrando, personalmente me cuesta festejar con la indignación que día a día las autoridades van provocando, la suba del pasaje, las campañas políticas en actos ciudadanos, como fueron estos nueve días frente a la Catedral de la Ciudad. Donde la autoridad principal de nuestra capital departamental no escatimo en recibir halagos por parte de quienes como buitres sobrevuelan por el resto de algún cargo público o favor municipal. Es el circo que todos conocemos, y que al parecer no queremos ver, por eso hoy felicitando a la ciudad mucho no se menciona, tal vez para no tener ese gusto amargo en este feriado de aniversario.

Aún así, Feliz 55 años Ciudad del Este!, que siendo muy joven se te ve pisando fuerte, tal vez falten algunos retoques, pero son retoques que vienen de la conciencia individual de cada habitante, que debe aprender que los favores políticos del presente cuestan muy caro en el futuro.

Tierra de Nadie, Tierra de Todos
– Al margen de las celebraciones, es imposible no mencionar los hechos que llaman la atención a la prensa internacional, las invasiones en Ñacunday, por eso me arriesgo a un 2×1 hablando de este tema que en un momento divide a paraguayos, brasileros y brasiguayos.

Vivir en la frontera genera este tipo de fusiones, en realidad las fronteras son imaginarias, creadas por el hombre, entonces no por pisar físicamente un territorio diferente al de tu origen quiera decir que tu origen quede al margen de la frontera. No cabe entonces pedir que para ser paraguayos sea necesario “hablar guaraní y cantar el himno nacional”, como reclamaba el líder de los carperos Victoriano López.

La visión de este grupo no representa a todos los paraguayos, pero para la mayoría de los medios internacionales, esa imagen queda generalizada, dejándonos a todos como xenofóbicos y rencorosos por hechos que pasaron hace dos siglos. La tierra es de quien la trabaja, y debe adecuarse a las leyes que rigen en el territorio en que se encuentra. Si bien se cuestiona que estás tierras fueron mal habidas; hay que tener en cuenta que estos propietarios adquirieron esas tierras del dueño anterior, que, y recordando nuevamente aquella dictadura que duró 35 años, también las ocupaba de mala forma.

Estas tierras que hoy en día pertenecen a colonos y que son pretendidas por paraguayos que tampoco son originarios del departamento del Alto Paraná, no deberían ser reclamadas con violencia, si las leyes dicen que algo no está en orden, las autoridades competentes deben reclamarlas con la ley. Pero si son nuestras autoridades las que convierten a está zona en la Tijuana del Mercosur, una vez más, el problema no son los colonos, sino esas autoridades que tal vez sepan hablar guaraní, y tal vez sepan cantar el himno nacional, pero por ser corruptos y desinteresados son en verdad antipatriotas, y no aquel descendiente de extranjeros que trabaja la tierra y que respetas las leyes y costumbres del territorio que habita.

 


 

 



Patricia Silva Casco es Comunicadora. Hace un poco de radio (www.1035.fm) y colabora con www.agendarte.net. Nacida en Asunción del Paraguay pero malcriada en la fronteriza Ciudad del Este.

 

 

 
 

 

 

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