A días de, tal vez, la celebración más esperada del año, la Navidad, niños, jóvenes, adultos; todos los católicos celebrando el nacimiento del niño Jesús, acontecimiento que se inicia cada víspera del 25 de diciembre, con la Noche Buena, que reúne a las familias a compartir lo mejor de cada uno de sus miembros.
Para estás fechas no sólo los regalos son los protagonistas, días antes (en realidad meses antes si tenemos en cuenta que los comercios cada vez se adelantan a decorar con motivos navideños sus respectivos locales) al caminar por la ciudad disfrutamos de las luces de navidad. Una iluminación que sólo se ve en está época del año, pequeños “pizca-pizcas” que dan un toque de magia a las fachadas de las casas y que inevitablemente contagian ese espíritu festivo.
Luces por los árboles, por los aleros, las puertas y ventanas, luces de colores por todas las viviendas era lo que hasta el año pasado podía apreciarse. En el 2012 se siente la modestia decorativa en cuanto a los ornamentos eléctricos navideños, y no precisamente por que el mundo podría acabarse días antes de la Navidad, sino porque la oscuridad llegó al Paraguay con días de antelación, e incluso ha sido anunciado por el ente oficial que su estadía será prolongada y permanente por todo el verano.
La Administración Nacional de Electricidad (ANDE), institución encargada administrar el sistema eléctrico paraguayo, declaró a los medios que “debido a la alta demanda, una de las siete principales líneas puede caer y dejar a oscuras al país durante prácticamente un día.”
“El país posee energía de sobra en la Itaipú; sin embargo, no cuenta con infraestructura para transportarla desde la usina hasta los centros de consumo” publica ABC Color el 18/12 en su versión digital. Esto genera el descontento masivo que se refleja en los medios de comunicación y en la redes sociales.
Creativos memes son compartidos, tomando con humor una situación tan desagradable como quedarse sin energía eléctrica, ya que sin este bien resulta difícil trabajar, soportar el calor, e incluso supone la falta de agua, creando días desabridos para la población.
Está semana, con bombos y platillos se celebró el récord de producción de energía de la Binacional Itaipú, la segunda represa más importante del mundo. Dicha celebración incitó aún más el descontento popular, no sirve de nada romper récords si por las calles andamos a oscuras y en zozobra por la falta de energía eléctrica.
Las luces de navidad este año serán de las velas y las estrellas, como lo eran siglos atrás cuando la necesidad eléctrica era cosa de cuentos de ficción científica.
