“No llueve”, así de simple es la expresión generalizada de todo un país que a pesar de vivir una vida de calores intensos, no se acostumbra a la falta de agua. Al menos los habitantes de la región Oriental del país, que vivimos rodeados de cursos hídricos, entre ellos dos de los más importantes de la zona sur del continente, los ríos Paraguay y Paraná.
La riqueza hídrica de la región oriental paraguaya (resaltó la región oriental pues en la occidental o conocida como Chaco paraguayo el recurso hídrico es escaso) está siendo amenazada con está falta de lluvia, el Río Paraguay ya bajo 4 metros en un mes y la tendencia es que siga bajando. Estamos pisando la mayor reserva de agua dulce (el acuífero guaraní), lo que tal vez nos deje cómodos, despreocupados con la falta de agua, saber que “en el fondo” el agua abunda, parece ser que a muchos no les afecta la sequía. Esa cultura de preservación se perdió, y en vez de reservarnos el uso del agua corriente, muchos no escatiman el uso y siguen su rutina normal, desperdiciando el agua en cosas banales, como si el recurso esté en abundancia. No así los sojeros, ganaderos, la industria agropecuaria en general, que se ve afectada con la falta de lluvia. En Caazapá, el incendio forestal está amenazando los cultivos y los bomberos están en la difícil tarea de paliar el fuego.
Al momento de terminar el articulo, el cielo se ve gris, tal vez por el humo de las quemadas que engañan a las ganas de sentir el fresco de la lluvia, aunque los meteorólogos anuncia precipitaciones para los próximos días. Mientras queda cumplir con los ritos para que llueva, como muchos amigos que incluso lavaron el auto ya 2 veces por si se cumpla la cábala, pero “pacha mama” está obstinada y se hace esperar con las gotas caídas del cielo.
Patricia Silva Casco es Comunicadora. Hace un poco de radio (www.1035.fm) y colabora con www.agendarte.net. Nacida en Asunción del Paraguay pero malcriada en la fronteriza Ciudad del Este.
