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Yuyos contra el dengue

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El legado guaraní no se basa en extraordinarias arquitecturas ni avanzados elementos tecnológicos, su contacto con la tierra y con el mundo que los rodeaba era más importante para los aborígenes de nuestra región, puede creerse entonces que los guaraníes no aportaron a la historia del continente pero entonces se desvalorizaría totalmente la importancia de sus conocimientos sobre el universo, su lengua y su relación con la medicina natural. Uno de los legados del mundo guaraní es el uso de hierbas medicinales: los remedios yuyos, como los conocemos en Paraguay.

Estos remedios eran utilizados en el país desde la pre colonización, y siguen vigentes en el día a día de los paraguayos. Con Moisés Bertoni se adquirió un estatus científico, fue el hombre que dedicó su vida al estudio de estás plantas y que difundió las propiedades medicinales de las mismas, cuyo conocimiento antes pasaba de manera oral de generación en generación en los habitantes de la zona.

Hoy día, incluso sin mucha ciencia, las yuyeras siguen esa tradición, recomendando tal o cual hierba para tal o cual mal que pueda afectarnos, por ejemplo, el mal de estómago, la retención de líquidos, la hipertensión, la obesidad y hasta la resaca. A todo esto, ahora podemos sumarle la acción “repelente” que algunas de estás hierbas cumplen, ya que su consumo, en el tereré o su uso como repelente natural ayuda a espantar los mosquitos.

Con la epidemia del dengue, además de los recaudos que deben tomarse sin descanso, los de tomar conciencia de que el insecto portador no debe tener chances de procrearse, y la única manera de evitar que este flagelo que nos atormenta en el verano y que no baja guardia en todo el año por nuestro clima, debe ser minuciosamente eliminado, hasta en una tapita de gaseosa donde tenga un mínimo cúmulo de agua puede servir de cuna para las larvas de este insecto. Es por eso que la mejor protección es la eliminación de los criaderos, pero no en tanto, el uso de plantas medicinales es un buen aliado para repeler al mosquito vector del dengue, el Aedes Aegypti.

El Ingeniero Agrónomo Msc. Alfredo Salinas Daiub, en un artículo publicado en ABC Digital, sitio correspondiente a uno de los medios de comunicación más vendidos a nivel nacional, expone tres de las plantas que actúan como repelente:

CEDRON KAPI’I (Cymbopogon citratus): Es una gramínea que contiene aceites esenciales muy útiles para el fin que deseamos darles: la lucha contra el dengue. Crece muy bien en la mayoría de las zonas del país. Quemando las hojas frescas del cedrón kapi’i, el humo producido despide un aroma sumamente agradable; sus componentes químicos son liberados "contaminando el ambiente" y de esta manera se combate al Aedes Aegipti. 

TORONJIL (Melissa officinalis): Como el cedrón, es una planta aromática con esencias, común en los huertos familiares, de usos variados, pero que en esta oportunidad le daremos una aplicación muy especial. Conocido en otros países como citronella, posee los componentes químicos mencionados más arriba, que también actúan sobre el mosquito. Se recomienda utilizarlo igual que el cedrón. 

EUCALIPTUS (Eucalyptus citriodora): Es una de las variedades de eucaliptos que tiene igualmente los componentes esenciales deseados para el control o combate del mosquito Aedes Aegipti. Todas estas especies medicinales pueden juntarse en una masa verde importante (se pueden hacer pequeños mazos), se queman en un solo lugar y se dispersan por toda la casa, o bien se preparan y se queman en varios lugares alrededor de las casas, ahuyentando de esta manera los mosquitos. Esta variedad de eucalipto se puede encontrar en aquellos lugares donde se cultivan para reforestar; es casi seguro que se encuentra la variedad citriodora.

Además de usarlo como incienso, a su vez son conocidos los usos en infusiones y en el tereré, éste último más a tono con el calor del verano. En está semana, los noticieros de horario central hablaban del Dengue como una pandemia, no sólo una epidemia que afecta nuestra región y que se cobra decenas de vidas cada año. La única solución está en la actitud que tomemos ante este flagelo, eliminando los criaderos y repeliendo este mal de nuestras comunidades.

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